El presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, declaró “caso cerrado” el tema del “barrilito”, como se denomina a los fondos que cobran los senadores para destinarlos alegadamente en obras sociales, y respondió airado ante una pregunta que sobre ese controversial aspecto le formuló un reportero del diario El Caribe.
“Ese es un caso cerrado”, respondió Pared Pérez, pese a lo externado por el presidente de la Junta Central Electoral (JCE) en el sentido de que los miembros de la Cámara Alta que aspiran a reelegirse deben dejar de recibir los fondos mensuales que usan a su discreción en sus demarcaciones.
El juez Julio César Castaños Guzmán sostiene que esta estructura “no tiene sentido”, violenta principios constitucionales y debe ser suprimido.
Ante la pregunta del periodista Oscar Quezada, para que el funcionario explicara por qué lo considera un “caso cerrado”, Pared Pérez lo llamó "irrespetuoso" en tres ocasiones, empleando un tono enérgico y evidentemente molesto.
Pared Pérez ofrecía una rueda de prensa en su despacho, junto a Servio Tulio Castaños Guzmán, presidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), quien hacía gestiones para unos debates políticos que organizan esa institución y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
El senador por la capital, que aspira a la reelección por el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), alegó además que no debía tratar un tema distinto al que motivó la convocatoria.
Los senadores reciben 19 millones de pesos mensuales que aporta el Estado por concepto del barrilito. Estos recursos pueden superar el millón de pesos mensuales para los representantes de las demarcaciones más grandes y según los legisladores beneficiados ayudan a calmar las demandas de ayuda que les hacen los ciudadanos de sus localicades.
Pared Pérez ha justificado en varias ocasiones la existencia del barrilito, con el argumento de que en su gestión transparentó los “fondos sociales” de los legisladores y los aplica con carácter de equidad.