LA SALIDA.- Nadie se ocupó de dar el tiro de salida, pero se hace evidente que se soltaron los caballos internos del PRD y que nuevas jornadas de lucha convocan a los diferentes grupos que antes la decisión de Miguel Vargas de lanzarse tras la presidencia del partido han tenido que apresurar su logística. Recordarán a José Francisco Peña Gómez y sus consignas de “PRD unido jamás será vencido” o de que “solo el PRD derrota al PRD”. Pero por los decires que se recogen al azar, la suerte está echada…
EL COMENTARIO: Muy estimado Sr Orlando Gil. He aquí algunas reflexiones en torno a lo publicado en su columna “Orlando dice” del día de hoy (ayer): “Si bien es cierto que el ingeniero Miguel Vargas es hoy día el principal activo político con que cuenta el PRD, dado el buen desempeño electoral en el reciente torneo electoral y la fortaleza del equipo que se mantiene en torno a sus aspiraciones, la configuración política de un presidente de partido-candidato presidencial en el PRD, tiene necesariamente que atravesar por una serie de modificaciones tanto de carácter estatutario como de cultura política dentro del partido, que culminaría con la consolidación de un nuevo caudillo, lo que marca un derrotero funesto al proceso de renovación y crecimiento al que está obligado el PRD.
“Una decisión de esta naturaleza vulnera claramente la institucionalidad del PRD, ya que los estatutos prohiben taxativamente que sus principales autoridades, incluyendo lógicamente al Presidente del partido, aspiren a puestos electivos.
Por lo que para viabilizar que el ingeniero Miguel Vargas sea presidente del partido y a la vez candidato presidencial es indispensable modificar los estatutos del partido a la medida exclusiva de la “estricta conveniencia” del proyecto MVP. De materializarse esto, sin lugar a dudas, se cerrarían definitivamente las posibilidades del PRD a tener un liderazgo colegiado en el porvenir inmediato.
“Erigir un caudillo como eje central del accionar político del partido, al igual que la modificación constitucional del año 2002 para permitir la reelección presidencial, en un boomerang político que beneficia al oficialismo y que desatará una lucha grupal a destiempo con las siguientes consecuencias:
“1- Castra la unidad necesaria para enfrentar al gobierno en lo inmediato con una oposición sensata, creíble y oportuna.
“2- Emite un ruido en el electorado que desenfoca el objetivo primordial del partido en el corto plazo, de conseguir mayorías en las cámaras legislativas y en los ayuntamientos.
“3- Reivindicaría al oficialismo, cuya estrategia ha sido centrar en un hombre su discurso político y no en una propuesta política fundamentada en la institucionalidad y en un proyecto de partido.
“4- Sometería al escarceo partidario a una de las figuras dentro del PRD con mayores potencialidades de convertirse en Presidente de la República.
“5- Frenaría el avance del partido para el alcance de nuevos sectores, especialmente los jóvenes, quienes regularmente se alejan de partidos con situaciones de indefinición y diatribas.“Los ejemplos de presidentes de partidos- candidatos presidenciales en otras latitudes no reflejan la realidad que vive hoy día la República Dominicana, ni mucho menos el PRD. Amparar decisiones políticas basándose en experiencias ajenas refleja la miopía política que afecta a una parte del liderazgo del partido. Lo que necesita el Partido Revolucionario Dominicano con carácter de urgencia es un compromiso solemne de todo su liderazgo para cumplir con el rector de la unidad partidaria; la institucionalidad”.
“Ingeniero Adolfo Pérez, vicepresidente Juventud Revolucionaria Dominicana, Miembro Comité Ejecutivo Nacional, Partido Revolucionario Dominicano.”
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